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Declaración de Racismo Anti Asiático

Querido pueblo de Dios,

¡La gracia y la paz de Dios sean siempre ustedes! Las noticias siguen narrando historias de ataques violentos contra nuestros vecinos asiáticos-americanos y colegas, amigos y ciudadanos de las islas del Pacífico. En el último año, este comportamiento abusivo y pecaminoso ha sido alimentado por la desinformación, las mentiras, el insulto y otras retóricas racistas que a menudo culpan al Coronavirus en los pueblos asiáticos.   Es un comentario triste sobre uno de nuestros males sociales. Tal comportamiento de nuestra humanidad nos llama durante esta temporada cuaresmal al arrepentimiento, al recordar las palabras de Jesús cuando se le preguntó cual era el mandamiento mas importante. Jesús dijo:  “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza. El segundo es este, amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que este.” (Marcos 12:30-33)

La semana pasada, la Conferencia de Obispos de la ELCA, reunida el 4 de marzo, votó a favor de afirmar la “Declaración sobre el racismo anti asiático.” (impreso a continuación) Es una forma de dar animo a las congregaciones, líderes laicos y enlistados, y a todos los miembros y amigos de nuestras comunidades de fe. Se nos insta a tomar medidas específicas para solidarizarnos con nuestros hermanos asiáticos y de las islas del Pacífico y a renunciar a las conductas abusivas que atacan a los demás con palabras y acciones.

Por favor, lean la declaración, cópienla y compártanla con sus congregaciones y comunidades. Los animo a hablar acerca de las maneras en que podríamos ser parte de la solución, y luego a tomar las acciones apropiadas para ayudarnos unos a otros a amar a nuestro prójimo, así como amamos a nuestro Dios. ¡Que Dios nos bendiga y conserve a todos!

En el nombre y la promesa de Cristo Jesús,

Obispo Murray D. Finck

 

La Asociación Asiática y de las Islas del Pacifico de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA) ha emitido un comunicado en el que se aborda el aumento de la violencia dirigida a las comunidades asiáticas americanas e isleñas del Pacífico. La Conferencia de Obispos de la ELCA afirmó la declaración durante su encuentro virtual.

La declaración dice:

El aumento de la violencia anti asiática relacionada con el COVID está agrediendo física y espiritualmente a las comunidades asiáticas americanas e isleñas del Pacífico. Esta violencia resurgió del pecado histórico y generalizado del racismo en Estados Unidos. Niños y adultos asiáticos americanos e isleños del Pacífico se enfrentan a agresiones con insultos raciales, intimidación, les escupen, lesiones físicas e incluso la muerte. Estos no son nuevos en las comunidades donde viven los Pueblos de Color. Estos actos violentos de racismo han ocurrido y están ocurriendo en ciudades y pueblos de todo Estados Unidos. No se puede permitir que el virus del racismo se desenfrene.

Nosotros, la Asociación de Asiáticos e Isleños del Pacífico-ELCA, hacemos un llamado a nuestra iglesia para que una vez más denuncie inequívocamente el racismo tomando medidas inmediatas para defender, proteger y defender la seguridad y la vida de los asiático-americanos. 1 Corintios 12 nos dice que somos un solo cuerpo con muchos miembros. Este miembro del cuerpo está sufriendo. Carguemos este sufrimiento juntos como un solo cuerpo.

Hacemos un llamado a nuestra iglesia a:

  • modelar el ejemplo de Jesús cuya compasión se hizo visible en actos de amor, culminando en abrazar el daño corporal para salvarnos;
  • sustentar y avanzar mensurablemente su lucha contra el racismo y la apatía, en todas las expresiones de la iglesia;
  • modelar cómo aprovechar la profunda empatía de Jesús como nuestro poder colectivo para luchar contra la violencia y en su lugar promover el camino de Jesús ;
  • instar, facilitar e invitar a todas las personas en la esfera de influencia de la ELCA, tanto dentro de la iglesia como más allá de ella, a unirse en esta batalla crucial;
  • declarar un domingo durante esta temporada cuaresmal para lamentarse con el fin de expresar solidaridad, ayudar en la sanidad y apoyar a las víctimas de la violencia contra los asiático-americanos;
  • Mostrar cómo la ELCA se opondrá al racismo, sus manifiestos que trafican con la muerte y proclamará maneras de avanzar como iglesia y sociedad donde todo el pueblo de Dios de color puede ser libre de construir un mundo de verdadera paz, igualdad, justicia y bondad con los demás.